ZOHAR , PARTE 1, PAG . 122B
Dijo Rabí Shimón:
Dichoso es aquel que se achica a si mismo en este mundo ¡cuan grande y elevado es en aquel mundo!
Y así dijo el maestro de la casa de estudios:
Aquel que es chico es grande. Aquel que es grande es chico.
TRATADO DE DEREJ ERETZ RABÁ CAP. 2
Ese día se sentó y enseñó en la casa de estudios:
Siempre se debe ser blando como el junco y no duro como el cedro.
¿Cómo es el junco? Los cuatro vientos soplan y el junco se mueve con ellos. Cuando los vientos no soplan, el junco se queda en su lugar. Al final el junco amerita que de este se haga una pluma para escribir rollos de Torá.
El cedro no es así. Sopla el viento del este, norte y oeste y el cedro no se mueve, sopla el viento del sur y lo da vuelta. El cedro que estaba arraigado a sus raíces ahora está tirado dado vuelta. Al final a este cedro lo cortan y machacan y construyen con él casas, y lo que sobra lo queman.
Por eso dijeron los sabios: Siempre se debe ser blando como el junco y no duro como el cedro.
TAO TE CHING – CAPÍTULO 22
Lo humillado será engrandecido.
Lo inclinado será enderezado.
Lo vacío será lleno.
Lo envejecido será renovado.
Lo sencillo y puro será alcanzado,
pero lo complicado y extenso causará confusión.
Por esto, el sabio abraza la unidad
y es el modelo del mundo.
Destaca porque no se exhíbe.
Brilla porque no se guarda.
Merece honores, porque no se ensalza.
Posee el mando, porque no se impone.
Nadie le combate porque él a nadie hace la guerra.
¿Son acaso vanas las palabras del antiguo proverbio:
«lo humillado será engrandecido»?
Por esto mismo, el sabio preservará su grandeza.

Dijo Rabí Shimón:
Dichoso es aquel que se achica a si mismo en este mundo ¡cuan grande y elevado es en aquel mundo!
Y así dijo el maestro de la casa de estudios:
Aquel que es chico es grande. Aquel que es grande es chico.
TRATADO DE DEREJ ERETZ RABÁ CAP. 2
Ese día se sentó y enseñó en la casa de estudios:
Siempre se debe ser blando como el junco y no duro como el cedro.
¿Cómo es el junco? Los cuatro vientos soplan y el junco se mueve con ellos. Cuando los vientos no soplan, el junco se queda en su lugar. Al final el junco amerita que de este se haga una pluma para escribir rollos de Torá.
El cedro no es así. Sopla el viento del este, norte y oeste y el cedro no se mueve, sopla el viento del sur y lo da vuelta. El cedro que estaba arraigado a sus raíces ahora está tirado dado vuelta. Al final a este cedro lo cortan y machacan y construyen con él casas, y lo que sobra lo queman.
Por eso dijeron los sabios: Siempre se debe ser blando como el junco y no duro como el cedro.
TAO TE CHING – CAPÍTULO 22
Lo humillado será engrandecido.
Lo inclinado será enderezado.
Lo vacío será lleno.
Lo envejecido será renovado.
Lo sencillo y puro será alcanzado,
pero lo complicado y extenso causará confusión.
Por esto, el sabio abraza la unidad
y es el modelo del mundo.
Destaca porque no se exhíbe.
Brilla porque no se guarda.
Merece honores, porque no se ensalza.
Posee el mando, porque no se impone.
Nadie le combate porque él a nadie hace la guerra.
¿Son acaso vanas las palabras del antiguo proverbio:
«lo humillado será engrandecido»?
Por esto mismo, el sabio preservará su grandeza.
