29/11/16

El judío religioso de la diaspora parece nunca haber leído Tanaj-Biblia Hebrea. Vive un judaísmo virtual gracias al Talmud y la Halajá.

Quien lee el Tanaj tiene claro que la vida en la diaspora es contraria al judaísmo, es judaísmo disfuncional, degeneracional.
Los judíos en la diaspora crearon un judaísmo virtual, hacen un ritual en Pesaj y se auto-convencen de ser libres, cada mañana agradecen el haber sido redimidos pero siguen en el exilio y no tienen pensado regresar a Israel, donde los judíos se gobiernan a si mismos y donde él puede hacer un verdadero cambio con su voto, o metiendose en la política o en la prensa, o en la academia, o en cualquier punto de poder e influencia.

Si Moshé hubiera creido que Dios esperaba de los hebreos *rituales* de liberación y no liberarse literalmente, no los hubiera sacado de Egipto, sino que hubiera decretado un ritual representativo cada año en Goshen, donde los judíos vivían.
Si Abraham hubiera creido que Dios esperaba de él adquirir la tierra de Israel en un sentido espiritual, no habría gastado 400 shekel de plata ni caminado a lo largo y ancho de la tierra.
Si Abraham hubiera creido que debía crear una religión que pudiera ser practicada en cualquier país del mundo, habría negado la Palabra del Creador "Vete... hacia la TIERRA que te mostraré y ALLÍ te haré una gran NACIÓN". Dios es claro: Nación, no religión. Una tierra específica, no cualquiera. *Allí* seremos grandes, no en otro lado.

El judío diaspórico cambió el Tanaj por la Halajá, sigue prefiriendo un judaísmo virtual a uno real y terrenal. Medita sobre mundos superiores pero no conoce las rutas y autopistas de Israel. Triste, sin duda.

No malinterpreten, no negamos que la halajá sea parte de nuestra identidad.
El judío que tomó el Tanaj viniendo a Israel pero dejó el Talmud y los rituales, también está incompleto - tanto como el judío que tomo solo los rituales y se quedó en la diaspora no por no poder venir a Israel sino porque decidió que prefiere quedarse en el exilio - y vemos antes nuestros ojos las tristes consecuencias de haber dejado de estudiar la Torá Oral.
Ambos son necesarios, el Tanaj y el Talmud, la política y el ritual, el ejército y el estudio, el asado en el Dia de la Independencia y la Matzá en Pesaj.
Como dijo el Rey Salomón:
"Bueno es que tomes de esto, y también de aquello no apartes tu mano; porque el que a Dios teme, saldrá con todo."
(Eclesiastés 7:18)

La halajá nos protegió en el exilio y evitó que desaparezcamos, ahora la halajá amenaza con hacer complacientes a los judios diaspóricos y que se conformen con un judaísmo virtual cuando por fin ya pueden venir a Israel y vivir un judaísmo real.
Israel necesita al judío observante, y el judío observante - aunque haga gimnasia mental para negarlo - necesita a Israel.