3/8/16

La Torá es en esencia secular.
No habla de la vida después de la muerte.
Las bendiciones del Creador no son espirituales sino materiales.
El hombre llamado bendecido por El Creador en la Torá es aquel que tiene muchos hijos y bienes materiales.
La Torá ordena al hombre a estudiar la creación y manipularla para su propio bien.
La Torá es la antítesis del paganismo egipcio, babilonio, griego, platónico y neoplatónico.
La Torá afirma la vida en la tierra incluso mas que el secularismo, dándole un sentido trascendente a la vida en este mundo.
La Torá habla de la redención no como "el reino de los cielos" sino como un concepto político: el primer paso de la redención es la redención política del pueblo de Israel, de vivir bajo el gobierno de otras naciones a vivir bajo su propio gobierno en su tierra. Ambas son necesarias: no es redención si se vive en Israel bajo gobierno no-judío ni lo es si se vive bajo gobierno judío en Khazar. Tierra y gobierno, eso es redención ¿qué mas secular que eso? Y la parte mas avanzada de la redención habla de paz mundial, no en el alma, no en lo espiritual, ni eliminando en concepto de naciones y religiones cómo quería John Lennon (idea basada en pablo de tarso, el judío helenizado que dice "no hay gentil ni judío, no hay hombre ni mujer") sino en este mundo físico, entre diferentes naciones y religiones.
La historia de occidente es la lucha y fricción constantes entre sus fundamentos paganos y sus fundamentos judíos.
Tomás de Aquinas logró empezar a liberar al cristianismo de sus bases neoplatónicas gracias a haber leído a Maimonides.
Los ingleses al leer finalmente por si mismos la biblia y gracias al estar alejados del platonismo que afectaba al catolicismo europeo formaron ideas que los hicieron avanzar como nunca antes - luego también llevadas a EEUU -, el rey Alfredo creó la Ley Común Inglesa basándose en la ley mosaica, su código legal tiene 120 capítulos, uno por cada año de vida de Moshe y el pueblo inglés se consideró dueño de una misión especial adaptando la idea del pueblo elegido - así cómo durante una época los EEUU se sentían responsables de llevar la democracia a todas las naciones - y la coronación de la reina nombró al rey Salomón haciendo paralelos entre el pueblo judío y el inglés.
Luego el protestantismo hizo avanzar aún más a occidente, una vez más gracias a leer la biblia y alejar de fundamentos paganos del catolicismo.
La idea de la ley internacional la desarrolló el jurista inglés John Selden basándose en el concepto de las siete leyes universales de Noé.
Así va el mundo occidental subiendo y bajando entre las sombras, tratando de de de una vez por todas volver al mensaje original del Dios de Israel, un mensaje pro-vida, pro-ciencia, secular en esencia, libertario, optimista y que confía en el ser humano, su intelecto y su sociedad con El Creador en el acto creativo.
El secularismo de hoy es más judío que pagano y no sorprende que el retorno de occidente al secularismo vaya hoy en día de la mano del retorno a la Torá de Israel a través del noajismo.
El occidente esta en un estado de confusión parecido al que vivió entre el descontento de la filosofía y la aceptación del cristianismo y pagano. El pueblo de Israel debe concientizarse de esto y empezar a difundir el verdadero y original mensaje de la Torá a las naciones, las siete leyes de Noé y Torá, pues un noajida puede estudiar alegremente Torá según la ley sin la necesidad de ser judío, guardando su identidad occidental y sus virtudes e historia única sea de la nación que sea.
Es hora de transmitir la Palabra del Creador, no un mensaje de esclavitud, sino de libertad, no una Torá anti-vida y antiacadémica sino una que las fortalezca, no una Torá encerrada en si misma sino una que dialogue con todas las ramas del pensamiento, una Torá que de orgullo y alas.