Llamemos a las cosas por su nombre. El muro occidental.
***
Lamentablemente el mundo aún usa un nombre dado por los árabes al ver a los judíos llorar allí, "de los lamentos".
Pero hoy ya no lloramos, por lo tanto debemos llamarlo por su verdadero nombre: Muro Occidental.
***
Una extraña "idolatría" afecta incluso a los judíos: muchos creen que el lugar más sagrado para nosotros es el Kotel. Sin embargo el Kotel no es más que una muralla. El midrash que dice "la presencia divina nunca se apartó del muro occidental" ni siquiera se refiere al famoso Kotel sino a la pared occidental del Heijal, la construcción techada donde estaba el Arca del Pacto y en ella las Tablas (no las de Apple...).
El lugar más sagrado para nosotros es el Monte del Templo, y es hora de que lo internalicemos. Es hora de que comprendamos que visitar el Muro no es una meta en sí misma sino una expresión del anhelo a la reconstrucción del Beit HaMikdash, que probablemente veremos erigido en nuestra generación, si lo decidimos de una vez por todas.
***
¿Que se puede hacer mientras tanto?
Los que viven en Israel, que empiecen a visitar el Monte del Templo lo más seguido posible, está abierto todas las mañanas y se puede entrar y caminar por las zonas que sabemos que se pueden pisar si antes se sumergió uno en una Mikve (baño ritual).
Los que visitan Israel, aparte de visitar el Muro, visiten el Monte (no sin antes ir a la Mikve) y así fortalezcan nuestra conexión con el lugar.
***
Ariel Bruno Bircz
Www.RabAriel.com