8/10/14

Plegaria del día: "Bendito eres... y nos ordenó el precepto del Lulav"
La Suká y las cuatro especies, Aravá(rama de sauce), Hadás (rama de mirto), Lulav (hoja de palmera sin abrir) y Etrog (citrón) representan la luz divina trascendente e imanente, respectivamente.
La Suká envuelve a la persona y está por encima de su percepción, por lo tanto en ella reposa la luz trascendente del creador, todo aquello que "está mas allá" y no tenemos como captar, no tenemos palabras para asimilar tal luz que es indefinible. Tambien son las partes supra-concientes del alma.
Las cuatro especies son la luz imanente, aquella divinidad que da vida a todo, desde las ballenas azules hasta los lactobacilos. Aquella luz es captable, es la energía de vida, el anima-mundi. También es la parte conciente del alma.
Así es como las especies representan las sefirot y los poderes del alma:
Los tres hadasim son Jesed, el brazo derecho (Bondad, Amor), Guevurá , el brazo izquierdo (Severidad, Temor) y Tiferet, el torso (Belleza, Compasión):
Los dos hadasim son Netzaj, la pierna derecha (Victoria, Eternidad, Confianza en el creador y en uno mismo) y Hod, la pierna izquierda (Resplandor, Integridad, Sinceridad).
El lulav es Iesod, el miembro sexual (Bases, Verdad, Conexión).
El etrog es Maljut, la boca (Reinado, Expresión hacia fuera, Recibimiento del yugo Divino, Decisión de hacer nuestro proposito en esta encarnación).
Al mover las cuatro especies (Jabad acostumbra hacerlo dentro de la suká, aunque es solo una costumbre) se internalizan las luces trascendentes de la suká y se las transforma en luz imanente. Es como acercarse al horizonte pues crea una paradoja: cuanto mas me acerco mas veo pero el horizonte se aleja más, así serpa infinitamente pues lo infinitio, infinito es, así que siempre habra mas luz envolvente que internalizar, sin fin.
En palabras mas simples, es como estudiar y comer: internalizo dentro mío el mundo exterior. Lo desconocido se hace conocido.
La idea de la unión de la luz trascendente con la imanente es basica en el judaísmo y está repetida en la kabalá y el jasidut infinitas veces. Como dijo reb Zalman Shachter-Shalomi sobre su experiencia con Timothy Leary "Cuando Dios-imanente sorprende a Dios-trascendente y se funden juntos en una risa cósmica, puedo ver al judaismo en una nueva y sorprendente luz".
La idea está dicha explicitamente en el sidur (los sefaradim y kabalistas lo dicen antes de cada tefilá y muchas mitzvot, mientras Jabad lo dice solo una vez en el día antes de Baruj Sheamar y la intención es que la idea permee todo el día de la persona) "En aras de la union de Santo Bendito Es (Kudshá Brij Hu) y su Shejiná, para unir el nombre Iud-Hei con Vav-Hei en union completa..." Tanto Kudshá Brij Hu como Iud-Hei son la luz trascendente y la Shejiná y Vav-Hei la luz imanente.
¿Por qué es tan importante esta unión? Porque el Creador mismo no es ni trascendente ni imanente, ni es luz. El es La Paradoja en la cual ambos conceptos no se contradicen, sino son uno, y de ese uno salen las luces que nuestra mente divide en dos. Como enseña Rabí Najmán de Breslev, solo en la era mesianica nuestra mente podrá captar la paradoja, mientras tanto estamos obligados a vivir en la dualidad. Sin la revelación de la escencia del Creador no podemos captar el Uno que no tiene un Dos que le siga.
¿Se dieron cuenta? Esto es lo que decimos en la brajá/bendición antes de cada mitzva: Al principio hablamos con Él en primera persona "Bendito eres tú" y luego, así de repente y sin aviso, le hablamos en tercera persona "que nos ordenó", como si Él desapareciera repentinamente. La explicación ya debería ser obvia: al principio nos referimos a la luz imanente que "podemos ver" y luego a la trascendente que es como un sujeto tácito).
Por ultimo, en la brajá nombramos solo al lulav ¿Por qué? La respuesta no la se, pero si el lulav representa el Iesod que es la energía sexual, aparentemente nos están diciendo que según como dirijamos nuestra sexualidad, así se dirijirá todo nuestro ser.