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La libertad es posible, la libertad está ahí, la libertad es nuestra alma |
Rabí Shneur Zalman de Liadí dijo a sus alumnos que deben vivir con el tiempo. Rab Iehudá Leib, su hermano, interpretó la frase como vivir con las enseñanzas de la porción semanal de la Torá. En este espíritu, continuaremos explicando el concepto del libre albedrío que dejamos sin terminar en el articulo anterior, empezando por la parshá de Shemot.
El nombre del libro - y parshá - que empezamos esta semana significa "nombres". En hebreo la palabra Shem significa dos cosas: nombre y proposito. Cuando queremos decir "¿Con qué proposito?" decimos "¿leShem ma?", así tambien el concepto de estudiar Torá en aras del cielo se dice "liShma".
El pueblo judío es descendiente de Shem, hijo de Noaj (Noé), eso significa que este pueblo tiene conexión con el proposito. El pueblo de Israel viene a dar al mundo el mensaje de que la creación - y cada detalle de ella - tiene un proposito. Esta idea diferenciaba a los hijos de Israel del pueblo egipcio, quienes tenían una forma muy diferente de ver el mundo. Vemos que en la Torá no se nos revela en ningun momento el nombre del faraón, pues aparentemente no es importante*. El nombre no les importa a los egipcios, mientras que a los hijos de Israel sí y mucho. Cuando Dios manda a Moshé a decirles que los iba a liberar, Moshé le contesta "Cuando ellos me pregunte cual es tu nombre ¿Qué les contestaré?", los judíos, si no hay un nombre, si no hay un proposito, no están interesados.
¿Pero porqué el nombre y el proposito son conceptos entrelazados? Pues cuando hay un nombre hablamos de una personalidad. Hay un "alguien", un "yo". Hay voluntad, y cuando hay voluntad hay proposito, pues cuando una cosa provoca algo no viene desde un motivo que ella decidió sino que es automatico. Cuando se juntan las condiciones necesarias, cae nieve, el cielo no decide hacerla caer por voluntad propia. Pero cuando hay una voluntad que decide hacer algo, entonces hay un proposito por el cual ese "yo" decidió hacerlo. Ese "alguien" hace lo que hace desde su libre albedrío y lo hace con una intención, con un proposito.
Esta es la diferencia en la forma de ver el mundo del pueblo egipcio con la del pueblo hebreo. Egipto es el lugar de la esclavitud, los judíos, con su mensaje de un Dios con nombre, traen el concepto de la libertad. Egipto es el lugar de la esclavitud y no solo por esclavizar a los hebreos sino porque esa es la forma que tiene de ver la vida. Hay una jerarquía absoluta que no acepta cambios, todos están doblegados a los dioses y los dioses mismos estan bajo las ordenes de las las leyes de la naturaleza. Nadie puede liberarse en Egipto, ni los egipcios mismos. ¿Vieron la pelicula animada Antz? Las hormigas nacen para ser trabajadoras o soldados y no pueden ser otra cosa, nacieron siendo lo que serán toda su vida. No tienen nombres, son numeros, son privadas de todo sentido de humanidad (bueno, hormigueidad...). Así es Egipto, sin posibilidad de elegir tu propio camino, siguiendo el sendero marcado por otros, que tampoco eligieron su sendero sino que otros se lo marcaron y así sucesivamente. Ni los dioses pueden liberarse de si mismos, Anubis siempre será Anubis y por mas que quiera no puede cumplir la funcion de Osiris.
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Nadie puede quitarte la libertad a menos que tú lo permitas |
Por eso tambien nosotros somos libres, pues tenemos una parte de Él, nuestra alma, nuestra voluntad, nuestro ser un ser humano. Esto es lo que significa que TODA persona fue creada a imagen y semejanza de Dios. Toda persona tiene libre albedrío en elegir cómo reaccionar ante toda situación y por lo tanto, debe rendir cuentas a su creador, y principalmente a sí mismo, por todo lo que hace. No solo por lo que hace, pues la persona puede decidir tambien qué dice, piensa e incluso siente. Sí, los sentimientos también son un resultado del libre albedrío y uno puede decidir qué sentir. Uno puede decir que no es así. que los sentimientos no dependen de uno. Eso es porque nos educaron, a veces, en la irresponsabilidad, pero debemos entender que la Torá nos dice que somos totalmente libres en absolutamente todos los aspectos de la vida y por lo tanto responsables de ellos. Incluso la alegría, para dar un ejemplo, es una decisión y no podemos echarle la culpa a nada ni nadie por no tenerla.**
La libertad tan grande que tener un alma nos da, asusta. No nos gusta ser tan responsables, de hecho nos escapamos de la libertad, como explica Erich Fromm. Hemos hasta creado un sistema que nos libra de responsabilidad: El acta de derechos humanos. Cuando decimos que "toda persona merece recibir ayuda" (un ejemplo inventado) eso se traduce en que si vemos a alguien muriendo en la calles pensamos "¿Cómo es posible que los responsables y encargados no estén haciendo nada?". Deberíamos hacer un acta de las obligaciones humanas en el cual "cada persona está obligada a brindar ayuda en todo lo posible a quien la necesite" entonces al encontrarnos a quien no tiene, entenderíamos que es nuestra responsabilidad darle una mano.
Por este motivo también es tan importante para la Torá contar que Dios creó el mundo. Como ya dijimos antes, no nos están diciendo qué pasó sino dandonos un mensaje*: El mundo fue creado por un ser con voluntad que es totalmente libre respecto a sus decisiones, el mundo no existe desde siempre. El Ramba"m dice que si llegamos a descubrir evidencia de que el mundo siempre existió como pensaba Aristoteles entonces la Torá es mentira y en ese momento deberíamos abandonarla. Tambien el proposito de cumplir el Shabat es (no para recordar que Dios descansó principalmente, sino) recordar que Dios creó el mundo, "zejer lemaasé bereshit". Pues de estos puntos aprendemos que el ser humano es libre.
El Ramba"m explica que el hecho de que se nos asegure castigo y recompensa por nuestro cumplimiento o transgresión de mitzvot, es porque somos libres. Si no fuera así, no podríamos ser recompensados por nuestros buenos actos, pues no fuimos nosotros quienes decidimos hacerlos. Justamente el llegar al Sinaí y recibir ordenes por parte de Dios nos hace libres, pues nos permite elegir si hacerlas o no. Si Dios no nos consideraría libres no nos hubiera entregado la Torá ni dado mitzvot para que decidamos qué hacer con ellas.
Pesaj, la liberación de Egipto, es el mensaje del pueblo judío al mundo: No nos quejemos por lo que nos pasa pensando que no se puede cambiar. El cambio es posible, la libertad es posible. Liberarnos de los sistemas, de la naturaleza e incluso de nosotros mismos, está en nuestras manos, o mejor dicho, en nuestras almas. Sólo tenemos que usar nuestro poder que está oculto porque nosotros lo decidimos.
Así es como el pueblo judío no solo se liberó a si mismo, sino también a Egipto. Por eso llamamos a la fiesta "la salida de Egipto" (y no desde Egipto, aunque en hebreo se entiende mejor: יציאת מצרים, לא יציאה ממצרים).
Liberémonos.
Ariel Bruno Bircz
* Esta idea es importante para todo aquel que estudie Torá. Debe saberse que la Torá no es un libro de historia, ni siquiera de leyes, sino un libro que nos viene a contar el "porqué" y "para" de los acontecimientos historicos y nos revela a Dios en ellos. Si no fuera así ¿Porqué la Torá se saltea todo lo que pasó entre Noaj y Abraham? O miles de detalles mas que no están escritos. El motivo es como dijimos, la Torá solo cuenta lo que es importante saber para conocer a Dios en la historia, no para contarnos nuestra tradición. Así tambien con el cuento de la creación: Obviamente la Torá no está interesada en hacernos saber cómo Dios creó el mundo, para eso esta la ciencia, sino para qué. Por eso, todos los intentos de reconciliar los millares de años desde el big bang con el cuento de la Torá, son una perdida de tiempo, pues la porción de Genesis no intenta ser literal en absoluto y no debe ser tomada como tal (como dice la Mishná en el tratado de Jaguigá cap.2 "la creación del genesis no se enseña sino a dos personas..." o sea que el cuento de la creación es parte de los secretos de la Torá y no debe ser tomada literalmente), la Torá no tiene interes en hacernos saber cuanto tiempo tomó la creación ni nada por el estilo (como dice Rashí en su comentario al primer versiculo de la Torá "el versiculo no viene a contarte el orden de la creación en absoluto").
** Es cierto que a veces no tenemos libertad absoluta en lo que podemos elegir. Por ejemplo, el país me puede prohibir usar bigote. Pero el libre albedrío sigue estando ahí, pues yo puedo elegir si usarlo o no. El concepto de la libertad está en que nosotros decidimos cómo reaccionar ante toda situación, y nadie puede obligarnos a decidir cuál es nuestra reacción. Cuando se nos prohibe hacer algo, podemos decidir hacerlo de todos modos. La libertad es un hecho que no se nos puede quitar.